Archivo de 3 September 2007

Era otoño, y los indios de una remota reservación preguntaron a su nuevo Jefe si el próximo invierno iba a ser frío o apacible. Dado que él era un Jefe Indio en una sociedad moderna, nunca había aprendido los viejos secretos, y cuando miró el cielo, no podía decir qué iba a suceder con el tiempo.

De cualquier manera, para estar seguro, él respondió a su tribu que el invierno iba verdaderamente a ser frío y que los miembros de la aldea deberían recolectar leña para estar preparados. Pero como también era un líder práctico, después de algunos días tuvo una idea. Fue a la cabina telefónica y llamó al Servicio Nacional de Meteorología y preguntó:

- El próximo invierno ¿será muy frío?.
- Parece que el invierno próximo será bastante frío verdaderamente - respondió el meteorólogo de turno del Servicio Nacional. De manera que el Jefe volvió a su gente y les dijo que se pusieran a juntar más leña aún para estar preparados.

Una semana después el Jefe llamó otra vez al Servicio Nacional de Meteorología. Preguntó:

-¿Será un invierno muy frío?.
Sí - respondió el meteorólogo de turno, “va a ser un invierno muy frío”. El Jefe regresó nuevamente a su gente y les ordenó recolectar todo los pedazos que pudieran de leña que pudieran encontrar.

Dos semanas más tarde el Jefe llamó al Servicio Nacional de Meteorología una vez más:

-¿Están Vds. absolutamente seguros que el próximo invierno habrá de ser muy frío?.
- Absolutamente - respondió el hombre al otro lado de la línea, - va a ser uno de los inviernos más fríos que se hayan conocido.
- ¿Cómo pueden Vds. estar tan seguros,- preguntó el Jefe. Y el meteorólogo respondió:
- Porque los indios están juntando leña como locos.

Querida Maria:

La pregunta que me haces es algo confusa, pero trataré de respondertela lo mas sinceramente posible. No busco la verdad en los libros, ni tan siquiera los considero una vía de escape. Tampoco busco encontrar nuevos problemas sin solución, lo que realmente busco en ellos son dos cosas. La primera, pero no por ello la mas importante, satisfacer mi necesidad de conocer determinados sentimientos, sensaciones, sólo definiendolos y ahondando en ellos, puedo reconocerlos y actuar sobre ellos.

Definir es delimitar, dar forma, y solo cuando conozco a que me enfrento puedo actuar. Te pondré un ejemplo praático, una aplicación a mi vida, que me ha reportado una gran satisfaccion.

Bien sabes que me gusta conducir, pero llegó el momento que se me olvidó, por el simple hecho de trasladar a la conducción rabia contenida ( como creo que hace la gran mayoria de conductores ). En una de nuestras conversaciones me recordabas lo mucho que me gustaba conducir, pero en ese mismo momento yo pensaba ” que poco me conoce “, cuando el pensamiento correcto tubo que ser ” que poco me conozco “.

Una vez que reconozco mi rabia, la forma en la que la canalizo en la conducción, soy capaz de desecharla por completo, si por completo. Intento definir su utilidad, que resulta ser ninguna. He vuelto a disfrutar de la conducción, la disfruto cada día, a pesar de que exista un atasco de media hora, o el que va detras haga mil diabluras para intentar adelantarme. Y entonces me pregunto, cuantas areas de mi vida han sido afectadas por sentimientos impulsivos no razonables. Y esto me lleva a la segunda necesidad satisfecha por estos libros.

No necesito respuestas, lo que necesito son preguntas. ” Cada persona es un mundo ” y hay tantas respuestas como mundos existen, pero nunca llegaré a mis respuestas sino conozco las preguntas correctas. Y esto no es exclusivo de los libros, estoy seguro que me plantearas mas retos y preguntas que muchos de los libros que se han escrito.