Todavía lloramos. Y qué bueno que así sea.
Las lágrimas rara vez hacen mal.
Son siempre una catarsis, una liberación, una forma de decir que nadie es autosuficiente.
En esta confesión de franqueza humana se esconde un acto de humildad de quien reconoce que llegó a una encrucijada.
Y, cuando esto hiere demasiado, los ojos dicen lo que la boca no consigue pronunciar.
Hay lágrimas de dolor, lágrimas de amor, lágrimas de alegría incontenible, lágrimas de tristeza, lágrimas silenciosas de paz y de ternura lágrimas de gratitud por un elogio realizado en el momento preciso, lágrimas de esperanza, lágrimas de inocencia.
Pero también hay lágrimas de vergüenza, de necedad, de desafío, de chantaje, de egoísmo por no haber conseguido lo que se quería.
Hay quien llora por cualquier cosa y hay quien tiene vergüenza de llorar, cuando llorar era la única cosa decente que podía hacerse.
Es muy probable que existan cosas mucho más bonitas que una persona llorando en paz.
Pero, después de las siete maravillas del mundo, muy bien se podría proponer una octava: Un monumento a la persona que todavía llora por amor y, que además, no tiene vergüenza de mostrar que dentro de ella habita un sentimiento noble.
De las cosas más bonitas que conozco, una de ellas es la sonrisa de una persona… y otra, la lágrima silenciosa de alguien que desea comenzar de nuevo…
“Un cobarde es incapaz de mostrar amor, hacerlo esta reservado para los valientes”
Gandhi
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Escrito por: Antonio en Cuentos
Mi querido lobo:
Como luna quiero seguir dándote luz en las ocuras noches, seguir tu camino a dónde quiera que vayas. No todos los caminos son hierba, ni todas las noches son claras, tampoco todas las canciones son risas ni tampoco son lágrimas, pero aún y así, quiero seguir a tu lado sin el condicionante del tiempo, solo quiero seguir con el compromiso de tu amor , ese amor que caldea mi núcleo, mi alma…
Tengo toda una vida para amarte y no quiero desperdiciar un sólo segundo en cosas vanales o triviales. Necesitaría de dos, o tres, o tal vez más vidas para poder entregarte todo mi amor, pero… sólo dispongo de ésta luz y éste momento, por ello mi amor es tan intenso, no quiero que se pierda un ápice de él entre mis dedos.
Algunas veces sueño con que los dos somos lobos, o los dos somos luceros y desde una montaña obsevo como corremos juntos o como lucimos al unísono.
Hablé con el sol y el me dijo que hablase con el tiempo, hablé con el tiempo y él me dijo que hablase con la paciencia, hablé con la paciencia y él me dijo que hablase con el amor, hablé con el amor y el me dijo que hablase con la vida, hablé con la vida y ella me dijo que hablase con la sabiduría.
A la sabiduría le pregunté porqué los sueños no pueden hacerse realidad, ella me contestó que cuando tenemos un deseo y no lo podemos conseguir lo convertimos en sueños, los sueños los sentimos como inalcanzables y eso nos hace sentirnos mejor porque nadie piensa que un sueño se convierta en real. Pero si a ese sueño le damos la luz del sol, lo mantenemos en el tiempo ayudándonos de la paciencia y lo cuidamos con mucho amor, tal vez algún día le daría las gracias a la vida.
También me dijo que no perdiera nunca los sueños, porque ese pequeño milagro que se llama soñar nos mitiga de lo inalcanzable dándonos ilusión y fuerzas para seguir manteniéndolos latentes.
Así que…. con mis fantasías y realidades, con lo posible y lo imposible, con las presencias y las ausencias, quiero seguir amándote.
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Escrito por: Antonio en Cuentos
… Maestro, ¿qué debo hacer para no quedarme molesto?.. Algunas personas
hablan demasiado, otras son ignorantes. Algunas son indiferentes. Siento
odio por aquellas que son mentirosas y sufro con aquellas que calumnian.
- ¡Pues, vive como las flores!, advirtió el maestro.
- Y ¿cómo es vivir como las flores?, preguntó el discípulo.
- Pon atención a esas flores -continuó el maestro, señalando unos lirios
que crecían en el jardín.
Ellas nacen en el estiércol, sin embargo son puras y perfumadas. Extraen
del abono maloliente todo aquello que les es útil y saludable, pero no
permiten que lo agrio de la tierra manche la frescura de sus pétalos.
Es justo angustiarse con las propias culpas, pero no es sabio permitir que
los vicios de los demás te incomoden. Los defectos de ellos son de ellos y
no tuyos. Y si no son tuyos, no hay motivo para molestarse… Ejercita
pues, la virtud de rechazar todo el mal que viene desde afuera y perfuma
la vida de los demás haciendo el bien.
Ésto, es vivir como las flores.
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Escrito por: Antonio en Cuentos
El águila , es el ave que posee la mayor longevidad de su especie. Llega a vivir 70 años. Pero para llegar a esa edad ,a los 40 años de vida tiene que tomar una seria decisión.A los 40 años: Sus uñas curvas y flexibles no consiguen agarrar a las presas de las que se alimenta. Su pico alargado y punteagudo , también se curva. Apuntando contra el pecho están las alas , envejecidas y pesadas por las gruesas plumas. Volar es ahora muy difícil
Entonces el águila tiene sólo dos alternativas: Morir , ….. ó enfrentar un doloroso proceso de renovación que durará días.
Ese proceso consiste en volar hacia lo alto de una montaña y refugiarse en un nido, próximo a una pared , donde no necesite volar.
Entonces, apenas encuentra ese lugar ,el águila comienza a golpear con su pico la pared , hasta conseguir arrancárselo. Apenas lo arranca ,debe esperar a que nazca un nuevo pico con el cual después , va a arrancar sus viejas uñas. Cuando las nuevas uñas comienzan a nacer, prosigue arrancando sus viejas plumas. Y después de cinco meses sale victorioso para su famoso vuelo de renovación y de revivir, y entonces dispone de 30 años más. A veces nos preguntamos: ¿ Por qué renovarnos ?
En nuestra vida, muchas veces, tenemos que resguardarnos por algún tiempo y comenzar un proceso de renovación. Para reanudemos un vuelo victoriosonos debemos desprender de ataduras costumbres y otras tradiciones del pasado.
Solamente libres del peso del pasado , podremos aprovechar el valioso resultado de una renovación.
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Escrito por: Antonio en Cuentos
Cuando yo era chico me encantaban los circos, y lo que más me gustaba de los circos eran los animales. También a mí como a otros, después me enteré, me llamaba la atención el elefante. Durante la función, la enrome bestia hacia despliegue de su tamaño, peso y fuerza descomunal… pero después de su actuación y hasta un rato antes de volver al escenario, el elefante quedaba sujeto solamente por una cadena que aprisionaba una de sus patas clavada a una pequeña estaca clavada en el suelo. Sin embargo, la estaca era solo un minúsculo pedazo de madera apenas enterrado unos centímetros en la tierra. Y aunque la cadena era gruesa y poderosa me parecía obvio que ese animal capaz de arrancar un árbol de cuajo con su propia fuerza, podría, con facilidad, arrancar la estaca y huir. El misterio es evidente: ¿Qué lo mantiene entonces? ¿Por qué no huye? Cuando tenía 5 o 6 años yo todavía en la sabiduría de los grandes. Pregunté entonces a algún maestro, a algún padre, o a algún tío por el misterio del elefante. Alguno de ellos me explicó que el elefante no se escapaba porque estaba amaestrado. Hice entonces la pregunta obvia: -Si está amaestrado, ¿por qué lo encadenan? No recuerdo haber recibido ninguna respuesta coherente. Con el tiempo me olvide del misterio del elefante y la estaca… y sólo lo recordaba cuando me encontraba con otros que también se habían hecho la misma pregunta. Hace algunos años descubrí que por suerte para mí alguien había sido lo bastante sabio como para encontrar la respuesta: El elefante del circo no se escapa porque ha estado atado a una estaca parecida desde muy, muy pequeño. Cerré los ojos y me imaginé al pequeño recién nacido sujeto a la estaca. Estoy seguro de que en aquel momento el elefantito empujó, tiró, sudó, tratando de soltarse. Y a pesar de todo su esfuerzo, no pudo. La estaca era ciertamente muy fuerte para él. Juraría que se durmió agotado, y que al día siguiente volvió a probar, y también al otro y al que le seguía… Hasta que un día, un terrible día para su historia, el animal aceptó su impotencia y se resignó a su destino. Este elefante enorme y poderoso, que vemos en el circo, no se escapa porque cree -pobre- que NO PUEDE. Él tiene registro y recuerdo de su impotencia, de aquella impotencia que sintió poco después de nacer. Y lo peor es que jamás se ha vuelto a cuestionar seriamente ese registro. Jamás… jamás… intentó poner a prueba su fuerza otra vez…
Estoy seguro que todos tenemos estacas que nos recuerdas ” QUE NO PODEMOS ” , es el momento de volver a enfrentarnos a ellas, algo me dice que esta vez podremos con ellas….
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Escrito por: Antonio en Cuentos
Quiero que me oigas, sin juzgarme.
Quiero que opines, sin aconsejarme.
Quiero que confíes en mi, sin exigirme.
Quiero que me ayudes, sin intentar decidir por mi
Quiero que me cuides, sin anularme.
Quiero que me mires, sin proyectar tus cosas en mi.
Quiero que me abraces, sin asfixiarme.
Quiero que me animes, sin empujarme.
Quiero que me sostengas, sin hacerte cargo de mi.
Quiero que me protejas, sin mentiras.
Quiero que te acerques, sin invadirme.
Quiero que conozcas las cosas mías que más te disgusten,
que las aceptes y no pretendas cambiarlas.
Quiero que sepas, que hoy,
hoy puedes contar conmigo.
Sin condiciones.
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No puedo contabilizar las veces que he podido hablar del amor verdadero, de ese unico amor que te ha de acompañar toda la vida. Supongo que es muy dificil identificarlo a la primera, pues en españa el 50% de los matrimonios acaban en divorcio, incluso la 2/3 de los segundos matrimonios también lo hacen. Me pregunto ahora si el principal problema es que no sabemos lo que realmente buscamos en la relacion, hasta que evidentemente ya es muy tarde. El resentimiento hace su aparicion y todo se hace mas dificil ( nunca me atreveré a decir la palabra imposible ). Hace poco le enviaba un e-mail a una buena amiga, extraido de un articulo donde trataban de resumir los aspectos a cultivar si tu intención es la de ser un buen amante, cosa para mi indispensable para que exista un amor incondicional.
Los antiguos griegos proponían que un buen amante debe ser un experto en:
· El arte de cultivar la amistad, que se nutre de pequeños detalles sin importancia.
· El arte de conocer el lenguaje del cuerpo, que tiene mucho que ver con la adivinación intuitiva de los estados de ánimo y de las necesidades.
· El arte de entender la comunicación sin palabras y las palabras de la comunicación.
· El arte de cuidar a los enfermos, a los tristes y los apenados sin que ellos se sientan mal por ello.
· El arte de dar sin ofender y de pedir sin sentirse ofendido.
· El arte de ser capaz de jugar a cualquier juego o deporte sin necesidad de hacerlo bien ni de ganar.
· El arte de ser capaz de expresar la ternura y de recocer su expresión en los demás sin confundirla con el sexo.
· El arte de la diplomacia y la discreción.
· El arte de conocer las costumbres y los usos sociales.
· El arte de expresar y controlar las propias emociones.
· El arte de comprender las emociones ajenas.
· Conocer y respetar la naturaleza de las cosas.
· Amar la vida sencilla y el aire libre.
El articulo concluia diciendo que un buen amante ha de reunir el maximo de caracteristicas, porque evidentemente es muy dificil destacar en todas…. o no ?. Algo necesario para esto es tener en mente que una relacion ha de cultivarse día a día, y nunca hay que dar nada por hecho. Si es tu caso, recuerda que nunca es tarde si la dicha es buena…
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Escrito por: Antonio en Cuentos
Aprende a actuar con sabiduría canina. Inténtalo, vale la pena:
1.- Nunca dejes pasar la oportunidad de salir a pasear.
2.- Experimenta la sensación del aire fresco y del viento en tu cara sólo por placer.
3.- Cuando alguien a quien amas se aproxima, corre para saludarlo/a.
4.- Cuando haga falta, practica la obediencia.
5.- Deja que los demás conozcan cuándo están invadiendo tu territorio.
6.- Siempre que puedas, échate una siesta y estirate antes de levantarte.
7.- Corre, salta y juega diariamente.
8.- Sé siempre leal.
9.- Come con gusto y con entusiasmo, pero detente cuando ya estés satisfecho.
10.- Nunca pretendas ser algo que no eres.
11.- Si lo que deseas está enterrado, cava hasta encontrarlo.
12.- Cuando alguien tenga un mal día, guarda silencio, siéntate cerca de ella/él y trata de agradarla/o.
13.- Cuando quieras llamar la atención, deja que te toque.
14.- Evita morder por cualquier problema.
15.- En los días cálidos, acuéstate sobre tu espalda en el prado.
16.- En los días de mas calor, bebe mucha agua y descansa bajo un árbol frondoso o en tu rinconcito preferido.
17.- Cuando te sientas feliz, baila y balancea tu cuerpo.
18.- No importa cuantas veces seas censurado, no asumas ningun rencor y no te entristezcas… Corre inmediatamente hacia tus amigos.
19.- Alégrate por el simple placer de una caminata.
20.- Mantente siempre alerta pero tranquilo.
21.- Da cariño con alegría y deja que te acaricien
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Escrito por: Antonio en Cuentos
Un joven concurrió a un sabio en busca de ayuda.
- Vengo, maestro, porque me siento tan poca cosa que no tengo fuerzas para hacer nada. Me dicen que no sirvo, que no hago nada bien, que soy torpe y bastante tonto. ¿Cómo puedo mejorar maestro?. ¿Qué puedo hacer para que me valoren más?
El maestro, sin mirarlo, le dijo:
- ¡Cuánto lo siento muchacho, no puedo ayudarte, debo resolver primero mis propios problemas. Quizás después… Si quisieras ayudarme tú a mí, yo podría resolver este tema con más rapidez y después tal vez te pueda ayudar.
- E… encantado, maestro -titubeó el joven pero sintió que otra vez era desvalorizado y sus necesidades postergadas-.
- Bien -asintió el maestro-. Se quitó un anillo que llevaba en el dedo pequeño de la mano izquierda y dándoselo al muchacho agregó: Toma el caballo que está allí afuera y cabalga hasta el mercado. Debo vender este anillo para pagar una deuda. Es necesario que obtengas por él la mayor suma posible, pero no aceptes menos de una moneda de oro. Vete y regresa con esa moneda lo más rápido que puedas.
El joven tomó el anillo y partió. Apenas llegó, empezó a ofrecer el anillo a los mercaderes. Estos lo miraban con algún interés hasta que el joven decía lo que pretendía por el anillo. Cuando el joven mencionaba la moneda de oro, algunos reían, otros le daban vuelta la cara y sólo un viejito fue tan amable como para tomarse la molestia de explicarle que una moneda de oro era muy valiosa para entregarla a cambio de un anillo.
En afán de ayudar, alguien le ofreció una moneda de plata y un cacharro de cobre, pero el joven tenía instrucciones de no aceptar menos de una moneda de oro, así que rechazó la oferta.
Después de ofrecer su joya a toda persona que se cruzaba en el mercado -más de cien personas- y abatido por su fracaso, montó su caballo y regresó.
¡Cuánto hubiese deseado el joven tener él mismo esa moneda de oro! Podría habérsela entregado al maestro para liberarlo de su preocupación y recibir entonces su consejo y su ayuda.
- Maestro -dijo- lo siento, no es posible conseguir lo que me pediste. Quizás pudiera conseguir 2 ó 3 monedas de plata, pero no creo que yo pueda engañar a nadie respecto del verdadero valor del anillo.
- ¡Qué importante lo que dijiste, joven amigo! -contestó sonriente el maestro-. Debemos saber primero el verdadero valor del anillo. Vuelve a montar y vete al joyero. ¿Quién mejor que él para saberlo?. Dile que quisieras vender el anillo y pregúntale cuánto da por él. Pero no importa lo que ofrezca, no se lo vendas. Vuelve aquí con mi anillo.
El joven volvió a cabalgar. El joyero examinó el anillo a la luz del candil, lo miró con su lupa, lo pesó y luego le dijo:
- Dile al maestro, muchacho, que si lo quiere vender ya, no puedo darle más que 58 monedas de oro por su anillo.
- ¿¿¿¿58 monedas???? -exclamó el joven-.
- Sí, -replicó el joyero-. Yo sé que con tiempo podríamos obtener por él cerca de 70 monedas, pero no sé… Si la venta es urgente…
El joven corrió emocionado a casa del maestro a contarle lo sucedido.
- Siéntate -dijo el maestro después de escucharlo-. Tú eres como este anillo: una joya única y valiosa. Y como tal, sólo puede evaluarte verdaderamente un experto. ¿Qué haces por la vida pretendiendo que cualquiera descubra tu verdadero valor?
Y diciendo esto, volvió a ponerse el anillo en el dedo pequeño de su mano izquierda.
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Escrito por: Antonio en Cuentos
Recientemente hablaba con una amiga sobre la importancia del aprendizaje, los medios y formas de los que disponemos para encontrarnos. Tenemos muchas cosas en nuestro interior, que muchas veces no sabemos interpretarlas sin el aprendizaje adecuado. Al igual que sería practicamente imposible diagnositcar una enfermedad que sufrimos sin los conocimientos medicos necesarios, es muy dificil ver todo lo que en nuestro interior sucede con claridad sin un aprendizaje previo. La forma mas bonita, a mi parecer, son los cuentos, esos cuentos con moraleja, viejos y nuevos, largos cortos…
Asi pues habrímos una nueva seccion dedicadas a los cuentos, cada cual que saque su propio significado, eso sí , tratar despues de leerlo, dedicarle al menos 5 minutos a recapacitar sobre lo que habeis leido. Hacer vuestro el mensaje y sobre todo, disfrutar leyendo…
Un rey fue hasta su jardín y descubrió que sus árboles, arbustos y flores se estaban muriendo.
El Roble le dijo que se moría porque no podía ser tan alto como el Pino.
Volviéndose al Pino, lo halló caído porque no podía dar uvas como la Vid. Y la Vid se moría porque no podía florecer como la Rosa.
La Rosa lloraba porque no podía ser alta y sólida como el Roble. Entonces encontró una planta, una fresia, floreciendo y más fresca que nunca.
El rey preguntó:
¿Cómo es que creces saludable en medio de este jardín mustio y sombrío?
No lo sé. Quizás sea porque siempre supuse que cuando me plantaste, querías fresias. Si hubieras querido un Roble o una Rosa, los habrías plantado. En aquel momento me dije: “Intentaré ser Fresia de la mejor manera que pueda”.
Ahora es tu turno. Estás aquí para contribuir con tu fragancia. Simplemente mirate.
No hay posibilidad de que seas otra persona.
Puedes disfrutarlo y florecer regado con tu propio amor , o puedes marchitarte en tu propia condena…
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